A la hora de adquirir un portátil, la duda más frecuente es qué portátil comprar. Dada la cantidad de marcas y modelos disponibles, además de la enorme cantidad de usuarios con necesidades tan dispares, la elección no es nada sencilla.
Para simplificarlo todo, se debería tener muy claro algunas consideraciones clave en al elección.
Tabla de Contenidos
Qué portátil comprar
No existe una fórmula mágica para elegir el mejor portátil para todos, sino que habrá que analizar cada caso particular según las necesidades. Lo que si es posible es orientar a los usuarios para que sepan qué necesitan realmente. Con estos puntos, se podrá decidir qué portátil comprar para hacer una compra maestra.
Presupuesto
Lo más importante que hay que tener presente a la hora de comprar un portátil es el dinero del que se dispone. Estableciendo un rango de precios, entre un mínimo y un máximo, se podrán eliminar multitud de modelos del mercado y dejar solo los que están dentro de las posibilidades de cada uno:
- 300-600€: pueden ser perfectos para los estudiantes, los iniciados en el mundo de la informática, las personas mayores, e incluso para oficinas o personas que no necesitan grandes prestaciones.
- 600-1000€: es un rango que se puede adaptar a la mayoría de usuarios que necesitan unas características superiores para usarlos en todo tipo de aplicaciones, desde ofimática, a streaming, edición, e incluso gaming.
- Más de 1000€: suelen ser equipos gaming o estaciones de trabajo diseñadas para obtener un alto rendimiento para entornos empresariales, eSport, o para uso profesional.
Pantalla
A la hora de elegir un nuevo portátil, la pantalla es una de las piezas clave. Dependiendo del uso que se le vaya a dar, conviene comprar un portátil con un tipo de características u otras:
- Tamaño pequeño: pueden ir desde las 10” a las 13”, con pesos que están por debajo del kilo en muchos casos. Estos portátiles son ideales para los más pequeños que necesitan acarrearlos, o para los que buscan la máxima movilidad (mayor autonomía, peso ligero, y tamaño compacto). Sin embargo, para ver contenido en pantalla, leer, o escribir, no son los más idóneos debido a sus reducidas dimensiones de pantalla y teclado.
- Tamaño de pantalla medio: los de 14 o 15.6” pulgadas también son bastante comunes. De hecho, el tamaño 15.6” se ha trasformado en casi un estándar, y puede ser la mejor opción para la mayoría de usuarios. Es un tamaño suficientemente grande como para un uso genérico. Además, si se quiere mayor movilidad, existen ultrabooks de este tamaño muy ligeros y con grandes autonomías.
- Tamaño grande: los de 17” son fantásticos para los apasionados del streaming, gamers, y también para aquellas personas que los necesitan para diseño, retoque fotográfico, etc. Tareas que demandan tener una buena pantalla para trabajar más cómodamente. El problema de estos portátiles es que suelen consumir más, son más grandes y pesados, por lo que para un estudio pueden estar bien, pero no para llevarlos de un lugar a otro.
No todo es el tamaño de la pantalla, también son importantes otras características de los paneles:
- Resolución: nunca debería de ser inferior a FullHD (1920×1080) para conseguir una calidad de imagen buena. Mientras mayor sea la pantalla, mayor debería ser la resolución para evitar que la densidad de píxeles sea baja. También encontrarás otras resoluciones como la 2K, QHD+, o 4K que son excelentes para los más exigentes. Por ejemplo, para gaming, diseño, disfrutar de películas o series 4K, etc.
- Tecnología del panel: la mayoría de fabricantes han optado por los paneles IPS, que son los que mejor campo de visión tienen, además de buena respuesta, brillo, y calidad. En cambio, también hay algunos modelos de portátiles con pantallas OLED, en las que se consiguen negros más puros, mejor contraste, y menor consumo de batería, aunque también tiene sus desventajas, como brillo inferior, y peor ángulo de imagen. No son tan frecuentes, pero también existen los TN, con tiempos de respuesta rápidos, bajo coste, y buena gama de colores. Esto los hace ideales para videojuegos, aunque tienen un ángulo de visión pésimo y los colores no son tan buenos como en los IPS u OLED.
- Tiempo de respuesta: debe ser lo más bajo posible, ya que este tiempo en milisegundos mide lo que tarda un píxel en cambiar de estado. No es algo con lo que obsesionarte, pero para vídeo y gaming es bueno que sean bajos.
- Frecuencia de refresco: una pantalla con 120 Hz (o más) puede ser una gran elección para vídeo y videojuegos. Las de 60 Hz son las más convencionales, que son suficientes para la mayoría de usuarios. Este parámetro mide la cantidad de veces que se refresca la imagen de pantalla. Mientras mayor sea, mejor será la sensación en escenas rápidas y su fluidez.
Procesador
A la hora de comprar un procesador, existen varias opciones principales:
- AMD vs Intel: actualmente, AMD ha conseguido dar un paso adelante muy importante, además de tener precios más competitivos. Intel con sus problemas de fabricación y errores en los últimos chips ha perdido terreno. Aunque ambas opciones son bastante buenas.
- Apple Silicon: los M1 han sorprendido a muchos por el rendimiento y el ahorro de batería que consiguen. Sin embargo, no todo es positivo. Al ser chips basados en ARM, carecen de las extensiones de virtualización, entre otras, que poseían los chips de Intel, por lo que es posible que haya problemas de incompatibilidad con algunos programas (incluso usando Rosetta 2).
En cuanto a las gamas, existen varias entre las que elegir:
- AMD Ryzen 3, Intel Core i3, Apple M1: son perfectos para los usuarios que buscan un uso más normal de sus equipos, como navegación, reproducción de música, streaming, ofimática, ejecutar ciertos videojuegos simples, etc.
- AMD Ryzen 5, Intel Core i5, Apple M1 Pro: tal vez sean la mejor alternativa para la mayoría de usuarios, ya que, además de todo lo anterior, también pueden tener un rendimiento apto para otras cargas de trabajo más pesadas, como el gaming, programación, edición, etc.
- AMD Ryzen 7, Intel Core i7, Apple M1 Max: son las versiones más caras, pero con mayor rendimiento. Pueden ser perfectos para los gamers o profesionales que necesiten ejecutar cargas de trabajo pesadas.
Existen también equipos con otros procesadores, como los AMD Ryzen 9, Intel Xeon o Core i9, etc., pero estos son muy marginales, y destinados especialmente a las estaciones de trabajo portátiles o algunos portátiles gaming extremos.
Sistema operativo
Otro factor importante a la hora de elegir el equipo portátil es el sistema operativo. En este caso, también dependerá del uso y las preferencias de cada uno:
- Microsoft Windows: la elección más extendida y la que tiene más cantidad de software compatible, títulos de videojuegos y drivers de hardware. Sin embargo, en su contra tiene la estabilidad y seguridad.
- Google ChromeOS: está basado en Linux, pero este sistema operativo de Google ha destacado por su robustez, estabilidad, seguridad y perfecta integración de los servicios en la nube. Todas las apps nativas de Android son compatibles con él, y los Chromebooks suelen ser muy baratos.
- GNU/Linux: pocos portátiles vienen con Linux preinstalado, y solo algunos vienen libres de sistema operativo para instalarlo. Pero también es una plataforma muy robusta, estable y segura, además de ser de código abierto y poseer una enorme versatilidad. Los desarrolladores también pueden tener en este sistema una plataforma perfecta para trabajar, además de los auditores de seguridad, etc.
- Apple macOS: en su contra tienen los precios de los portátiles Macbook, pero a su favor está la facilidad de uso, su pulida interfaz gráfica, y la estabilidad y seguridad de estos sistemas. Perfectos para diseñadores, músicos, editores, y otros profesionales. La compatibilidad es otro de sus puntos débiles, ya que no vas a encontrar tanto software, videojuegos y drivers como para Windows. En esto se asemeja a ChromeOS y GNU/Linux.
Qué portátil comprar según su tipo
Existen varios tipos de portátiles para elegir, y cada uno orientado a un tipo de usuario o grupo de ellos:
- Portátiles gaming: tienen un gran rendimiento y potencia gráfica, diseñados especialmente para los gamers. También pueden adaptarse bien a los que buscan un equipo de altas prestaciones para otras tareas, como renderización, codificación, compilación, virtualización, etc.
- Convertibles y 2 en 1: los primeros pueden plegarse y convertirse en un tablet para usar su pantalla táctil cuando no se desea usar el teclado y touchpad. Los segundos, también se pueden usar en modo tablet pero la diferencia es que se les puede desacoplar el teclado+touchpad, dando una experiencia mucho más similar a un tablet real. Tanto uno como otro pueden ser ideales para los que buscan la máxima movilidad o necesitan tener lo mejor de ambos dispositivos en uno solo.
- Ultrabooks: se caracterizan por ser muy delgados y ligeros (incluso por debajo de 1kg). También maximizan la autonomía para tener una de las mejores movilidades del mercado. Sin embargo, están algo limitados en cuanto a rendimiento, sistema de refrigeración, y cantidad de puertos disponibles, o cambios en el hardware.
- Portátiles convencionales: están entre un equipo gaming y un ultrabook en cuanto a tamaño y peso, también lo suelen estar en prestaciones. Son la opción más genérica y que se adaptan a la mayor cantidad de necesidades.