Un tipo de tecnología de inteligencia artificial llamada «deepfakes» podría ser la próxima gran amenaza para nuestra sociedad.
Considere un video clip del CEO de Facebook, Marc Zuckerberg, diciendo algunas de las cosas más extrañas.Podrías pensar que es verdad, pero esto es un deepfake. Era su imagen y sonaba como él, pero en realidad nunca dio un discurso como ese. Puedes sentir que te han engañado. Puede que te sorprendas. «Imposible», podrías pensar. «Ese debe ser Zuckerberg hablando».
Incorrecto. Los deepfakes son una amenaza muy real. La tecnología comenzó en el mundo del entretenimiento y rápidamente se convirtió en un elemento fijo de la política sucia.
El término «deepfake» circula desde 2017. En su forma más primitiva, consiste en colocar la cabeza de alguien sobre el cuerpo de otro para engañar a la audiencia.
Sin embargo, se ha vuelto más sofisticado y se ha expandido de la fotografía al video. Deepfakes ahora puede reemplazar afirmaciones falsas con videoclips reales. ¿Quién sabe adónde irá después?
Esto significa que no siempre podemos estar seguros de si lo que vemos es real o no. Esta inquietante tecnología seguirá propagándose. Todavía se usa relativamente poco, pero un día ya no podremos decir qué es real, y podría ser pronto.
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Deepfakes y las elecciones de 2020
Es casi seguro que las falsificaciones profundas supondrán un problema creciente en las elecciones presidenciales de 2020, probablemente para ambos partidos. No parece haber una solución: los espectadores no pueden estar seguros de si las grabaciones de video y audio son reales o no.
Las computadoras que usan inteligencia artificial pueden mezclar diferentes pistas, y la gente común no podrá distinguir el original del falso. La calidad de los deepfakes sigue mejorando cada vez más. Una vez que se publica un deepfake en Internet, se propaga como la pólvora. Para la política estadounidense, esto podría tener consecuencias preocupantes.
Piense en todos los videos de teléfonos inteligentes que se reproducen en las noticias de hoy. No tendremos forma de saber si lo que vemos es real o no. Esta tecnología puede dañar la reputación de personas inocentes. Puede perjudicar a la empresa. Reduce su valor de inversión y así sucesivamente. Podría interferir con las actividades electorales normales e influir en el gobierno.
Los deepfakes pueden desestabilizar la sociedad
Deepfakes podría convertirse en un importante factor desestabilizador, y aún no sabemos cómo lidiar con ellos. En muchos casos, ni siquiera sabemos cómo detectarlos. A medida que la tecnología de inteligencia artificial mejora, es posible que no podamos confiar en nada de lo que vemos, y actualmente no existen leyes específicas que nos protejan de eso.
Siempre hemos confiado en nuestros sentidos para comprender el mundo que nos rodea: imágenes, sonidos, olores, tactos y sabores. La existencia de deepfakes significa que ya no podemos confiar en nuestros sentidos.
La tecnología utilizada para hacer trampa debería ser ilegal, pero como muchas innovaciones tecnológicas, no existen leyes específicas contra ella, lo que significa que no tenemos protección, al menos todavía no.
Con el tiempo, es probable que desarrollemos nuevas técnicas de inteligencia artificial para identificar y marcar falsificaciones profundas, pero hasta entonces estaremos solos. Esto significa que como sociedad somos vulnerables. Debemos tener mucho cuidado de no ser víctimas de la manipulación deepfake.
Memorex publicó una serie de comerciales de televisión en la década de 1980 con la pregunta: «¿Es en vivo o es Memorex?» Ahora, el lindo eslogan insinúa un significado completamente nuevo.
En la campaña presidencial de 2020, esperamos que las falsificaciones profundas desempeñen un papel importante. Circularán en línea y provocarán comentarios de ambos lados, aunque solo sean ficción.
distorsión profunda
Debemos entender que muchas de nuestras experiencias pueden ser susceptibles de ser alteradas por deepfakes. Reconocer el problema es fundamental si queremos abordar esta amenaza real y creciente.
Es muy preocupante que no sepamos lo que es real. Las falsificaciones profundas representan un gran peligro para cada uno de nosotros, sin importar dónde nos ubiquemos en el espectro político.
Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan necesariamente las de ECT News Network.